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Wednesday, October 24, 2001

Perspectivas nuevas, vidas nuevas
By Antoinette Vega
Skiff Staff

“Si todos en esa universidad trabajaron tan duro como Teresa, nosotros seríamos la Harvard del suroeste”, dijo el Jack Raskopf, professor asociado del periodismo.

Maria Teresa Balcazar es la razón que el edificio de Moudy Sur siempre luce bien.
Ella ha sido la limpiadora del segundo piso del edificio por dieciseis años. La mujer bajita con pelo corto, riso y moreno monta el autobús cada mañana y llega al trabajo a la seis y media.

Teresa Balcazar es una persona que hice muchos sacrificios para ser la persona que es hoy.

Balcazar es una imigrante. Es del pequeño pueblo, Moroleõn que es en Guanajuato, Mexico. Después de la nacimiento de su hijo, Alvaro Balcazar y un mal matrimonio, ella se dio cuenta de que era tiempo para un cambio. Cuando ella tenía veinte y dos años y Alvaro tenía dos años, ella decidió dejar a su hogar para un nuevo mundo.

Mientras caminaba para cruzar la frontera y el Rio Grande con su hijo en los brazos, ella formuló cuatro metas. Las metas incluyen una educación universitariá para su hijo, la ciudadanía americana, una casa decente y ver la Estatuta de La Libertad en Nueva York.

Un Viaje Dificíl

Si se la pregunta a Balcazar donde está su hogar, la responde que sin duda está en los Estados Unidos. Pero, no sentía siempre así.

Se recuerda que el primer día en Tejas estuvo mur raro. Todo estaba en inglés y difícil de comprender. Su primer recuerdo es el viaje a una venta de garaje, donde ella compró su primer libro, un diccionario español-inglés. Le sorprendieron a la selección grande y la conveniencia en las tiendas de comida.

“En Mexico, las tiendas son complicadas, pero aquí puedes ir en la tienda y comprar las cosas que quiera muy rapidamente. Si quieres tortillas, es posible encontrar tortillas rapidamente”.

La meta que su hijo obtuviera una educación le animaba a adaptarse a los Estados Unidos. En los veinte y dos años que ella ha estado aquí, dice que nunca ha encontrado la discriminación de los americanos sino sí de su propia raza.

“Siempre son mexicanos los que quieren ser rudos, pero cuando ellos son rudos, soy ruda también,”dijo Balcazar.

Las Dos Culturas

Balcazar ha mantenido su cultura y le pasa la cultura a su hijo. Ella cocina la comida mexicana durante de la semana y le gusta la música mexicana. Balcazar tiene una cultura Americana también. Ella le gustan los bailes americanos y los fuegos artificiales del cuatro de julio. Una cosa favorita de Teresa es escuchar la música de las Dixie Chicks.

Balcazar dice que la unica razón que vino a este país fue para obtener una mejor vida para ella y su hijo. Ella quería que su hijo, Alvaro, recibiera la mejor educación y aprender dos lenguajes. Siendo una madre sola en Mexico, ella sabía que no tendría dinero para mandar a Alvaro a la universidad. Ahora, Alvaro Balacazar es un estudiante en TCU y va a graduarse en mayo con un título en la contiabilidad y la finanzalos financios.

En octubre de 1996, Balcazar cumplió su otra meta cuando ella se hizo ciudadanía americana. Balcazar tuvo que pasar un examén de la historia de los Estados Unidos. Ella estudió mucho y muchos de la facultad le apoyeron. Cuando ella fue otorgada la ciudadanía, el departamento del periodismo celebró con una fiesta.

“Tuvimos una fiesta con banderas americanas y decoraciones de los colores el rojo, el blanco y el azul”,dijo Doris Wallace, la ayudante del periodismo.

Después de vivir en un apartamento por veinte años, Balcazar y Alvaro Balacazar se mudaron sus primera casa. La casa tiene un jardín y alfombra en todos los cuartos.
“En Mexico, ningunas de las casas tienen un jardín o alfombra. Son cosas de los ricos”, dijo Balcazar.

La única meta todavía no cumplida en la lista de Balcazar es ver la Estatuta de La Libertad, pero ella dice que está segura que va a verla un día, “Porque sé que todo es posible”.

Hoy, Balcazar dice que no quiere regresar a México. Ella dice que es americana y los Estados Unidos es el hogar de ella y su hijo. Ella dice, “Yo siento que estoy corriendo en una carrera. Pero cuando miro alrededor de mi vida, siento que he cumplido la carrera fínalmente”.

   

The TCU Daily Skiff © 1998, 1999, 2000, 2001

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